ABORDAJE FAMILIAR SISTÉMICO DEL TRASTORNO AUTISTA.

Definición del Autismo:

Según el DSM-IV-TR, el Autismo puede ser definido como un trastorno generalizado del desarrollo, el cual se caracteriza por una alteración una alteración cualitativa de la interacción social, manifestada al menos por dos de las siguientes características: importante alteración de los comportamientos no verbales como, el contacto ocular, la expresión facial, posturas corporales y gestos reguladores de la interacción social. Incapacidad para desarrollar relaciones con los compañeros adecuadas a su nivel de desarrollo. Ausencia de la tendencia espontánea a compartir con otras personas. Falta de reciprocidad social y emocional.

Curso:
El trastorno autista tiene un curso continuo. Durante la edad escolar y en la adolescencia es posible apreciar progresos en algunas áreas, por ejemplo un aumento del interés por la actividad social. Sin embargo, algunos sujetos se deterioran notablemente en la adolescencia, algunos de ellos pueden incluso empezar a presentar convulsiones, otros por el contrario presentan una mejoría. Luego de la adolescencia la mayoría de los sujetos tiende a mejorar y a estabilizarse, no obstante solo un pequeño porcentaje de los mismos llegan a vivir y a trabajar autónomamente.

Especificaciones:
El autismo puede ser representado en forma de un continuo o espectro que va de leve a profundo, pasando por los estadios de moderado y grave.
En cada uno de estos estadios las alteraciones en el intercambio social y en la comunicación se hacen cada vez más significativas, generando así diferencias en cuanto al nivel de funcionamiento o adaptabilidad de los sujetos (Boom y Aguilar, 2006).

Etiología:
Factores psicológicos: las primera aproximaciones a explicar la causa del autismo, provenían de la tradición psicoanalítica y establecían que problemas generados en las interacciones más tempranas entre el niño y su madre eran las causantes de este trastorno (Kanner, 1963. cp. Boom y Aguilar, 2006).
Factores biológicos: más recientemente, se ha planteado que existen bases de carácter biológico que pueden dar cuenta de las conductas y otros síntomas que presentan las personas con autismo. Entre estos factores se encuentran la herencia (poligenétca, recesiva ligada al cromosoma X), otras afecciones médicas (esclerosis tuberculosa, fenilcetnuria, etc.), problemas en el funcionamiento del sistema nervioso (nivel de la serotonina elevado, alteraciones a nivel del tallo cerebral, corteza frontal, temporal, sistema límbico, etc.) y del sistema digestivo (a nivel gastro-intestinal, con intolerancia a la molécula de gluten que se encuentra en el trigo, así como a la caseína encontrada en los lácteos). A pesar de esto ninguno de estos factores por si solo es capaz de producir el trastorno (Halgin y Krauss, 2004; Boom y Aguilar, 2006).

Autismo dentro del sistema familiar: Tres ejes de desarrollo relacionados.
Al momento de analizar la interacción que puede haber entre el trastorno autista y sistema familiar, es necesario considerar que existe una relación entre al menos tres ejes de desarrollo que ocurren de forma paralela. El primero relacionado con el desarrollo del propio trastorno, es decir de su instauración y curso. El segundo relacionado con el desarrollo del individuo de la familia quien lo padece. Finalmente, un tercer eje relacionado con el desarrollo del sistema familiar como tal, es decir a las distintas etapas del ciclo de vida familiar por las cuales atraviesa la familia.

Modelos de abordaje (Rigazio-DiGilio y Cramer-Benjamin, 2000):
• Psicoeducativo: basado en el empoderamiento de la familia y la comunidad.
• Cognitivo-Conductual: basado en el aprendizaje de habilidades y el des aprendizaje de las conductas indeseables.
• Médico-Psicofarmcológico: referido al uso de la medicación, a la indicación de dietas (Gluten, caseína, vitamina B) y a la desintoxicación (Plomo, Mercurio).
• Asesoramiento: basado en la orientación de familiares y cuidadores.
• Terapia de familia: basado en el enfoque sistémico y en la interacción entre la familia y el individuo con autismo.

Perspectivas de intervención desde la psicología (Rigazio-DiGilio y Cramer-Benjamin, 2000):
Psico- educacional:
Se intenta dar poder a la familia ofreciéndoles información acerca de la naturaleza del trastorno, causas, diagnóstico, posibles tratamientos, evolución, etc.
Esta tiene como objetivos:
• Que la familia aumente su percepción de control de la situación.
• Lograr que la familia trabaje lado a lado con los profesionales de la salud en la atención a los familiares, que se involucren en el tratamiento.
• Proporcionar información acerca de que hay que hacer en situaciones de crisis.
• Establecer redes de apoyo, que permitan el aseguramiento de recursos económicos y sociales, a través de nexos con la comunidad, escuela y sistemas de salud.

Dinámica familiar:
Se concibe al individuo con autismo dentro de un sistema familiar, comunitario, social, económico, político y cultural que realiza transacciones entre sus distintos niveles influyendo en la mejoría o el empeoramiento del mismo.
Sus objetivos son:
• La integración de la discapacidad en la familia.
• La construcción de una positiva y coherente identidad familiar.
• La realineación de la estructura familiar y la reorganización de los roles, para cumplir con las nuevas demandas de la discapacidad.
• La facilitación de la articulación entre el sistema familiar y los sistemas externos de apoyo (Salud, comunidad, escuela).
• Trabajo en la dinámica del sistema familiar, coaliciones transgeneracionales, triángulos, lealtades, etc.

Tratamiento especializado (para cada caso):
El cual puede ser realizado bajo distintos formatos: individual, familiar, comunitario, etc. Lo más importante en todo caso es nunca perder de vista la visión de sistema o contexto donde se incluye el individuo o grupo con el que se esta trabajando.

Expansión del asesoramiento y del tratamiento (perspectiva eco-sistémica):
Este ocurre cuando:
• Los actores de los diferentes niveles del sistema (familia, comunidad, escuela y profesionales) trabajan juntos en pro del bienestar del autista y de su familia y no se dedican solo a diagnosticar o juzgar.
• La terapia no es llevada a cabo solo entre paredes, sino que el terapeuta o el asesor se desplaza y actúa en los diferentes ámbitos de interacción del sistema (va a la casa y al colegio), con el objeto establecer entre todos los involucrados un sistema común de significados, acerca de lo que es el autismo y como abordarlo.
• Nunca se pierde de vista el momento por el que pasa la familia dentro de su ciclo de vida.

Programa Atención Sistémica FUNDELF
Lic. LEONARDO HUNCAL
FEBRERO 2008.